(a partir de 1 año y medio)
La fotografía infantil quizá sea una de las disciplinas más bonitas que hay. Los niños tienen algo que les hace mágicos y extraordinarios: su inocencia, la sencillez con la que ven el mundo, su bondad… Lo más importante y bonito es que son capaces de plasmarlo en las fotografías. La fotografía con niños pequeños es de la que más satisfacción me aporta ¡Disfruto un montón con ellos en el estudio! Además, me brinda la oportunidad de guardar para vosotros un trocito de su infancia.